30 Oct Entrevista a Lucía González-Barandiarán, CEO de Bosco Films
Este mes hablamos con nuestra Alumni, Lucía González-Barandiarán de Muller, CEO de la distribuidora de cine Bosco Films y periodista. Lucía ha vivido en Roma y en Hollywood, y ahora reside en Madrid donde vive con su familia y trabaja como directora de la empresa Bosco Films. Nos habla de su apasionante proyecto y de su paso por Guadalaviar en esta entrevista.
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Hola Lucía, cuéntanos actualmente a qué te dedicas.
Trabajo en Bosco Films (boscofilms.es) una empresa que puse en marcha hace algo más de 3 años con la que distribuimos cine y ayudamos a otras empresas a comunicar y difundir sus estrenos con campañas de comunicación y marketing.
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¿Podrías hablarnos de tu trayectoria profesional?
Mientras estudiaba la carrera estuve trabajando en prácticas en Informativos en COPE. Allí descubrí mi pasión por la radio y estuve en la emisora 3 años, hasta que conseguí una beca para trabajar en Roma (Primero en Radio Vaticano y después en una agencia televisiva de noticias que se llama ROME REPORTS). Recuerdo mi tiempo en Roma como uno de los más felices de mi vida. Allí conocí a otros jóvenes con mis mismas inquietudes y anhelos y puedo decir que todavía son de mis mejores amigos. Por circunstancias familiares, mi padre se puso muy enfermo, tuve que dejar la ciudad y regresar a Valencia donde estuve trabajando en una agencia de noticias.
Meses después, precisamente una de mis amigas de Roma, me escribió para decirme que se había mudado a Estados Unidos a trabajar en una productora de Cine y que se había quedado libre una habitación en su casa. Justo antes de marcharme de Italia, habíamos comenzado a darnos clases mutuamente: ella a mi de inglés y yo a ella de español. Me ofreció continuar con esa idea durante 3 meses en Hollywood (Los Ángeles) de modo que lo recé, lo hablé con mis padres y decidí dejar el trabajo y marcharme.
Finalmente acabé, casi por sorpresa, trabajando en la misma productora que mi amiga Amanda. La productora se llamaba METANOIA FILMS y uno de los fundadores era un actor converso: Eduardo Verástegui.
Mi sueño desde siempre fue “Comunicar la buena noticia y las grandes causas”. Y encontré en mi época en Los Ángeles a muchas personas que aparecían en la productora al acabar su trabajo sólo para ayudar en lo que se presentase: los informáticos a instalar softwares, los que hablasen idiomas a traducir dosieres…cada uno venía a poner su granito de arena. Debo de reconocer que cuando llegas a un país nuevo, observas los comportamientos y acabas por darlos por normales pero a mi esto me llamaba mucho la atención. Al comenzar a hablar con esas personas y preguntarles por qué razón lo hacían me dijeron una a una que habían visto la película BELLA (producida por Metanoia) y que se habían dado cuenta de les había cambiado la vida y que su mensaje merecía llegar lejos. Sentían que tenían que hacer todo lo posible para que así fuese.
En aquel momento me di cuenta del enorme poder comunicador que tenía el Cine y que muchas veces, tú tienes unos planes en la cabeza (el mío era ser una “gran comunicadora” en Italia), que pueden ser buenos y …torcerse. A veces no comprendes la razón pero la vida puede cambiarte de un plumazo por cosas que no controlas. Pero hoy pienso, mirando hacia atrás, que Dios tenía un plan que se amoldaba a mi mucho mejor que lo que yo tenía en mente. Amaba el Cine, la cultura y las causas sociales y me dio todos los instrumentos para poder hacerlo. Me presentó a personas que me inspiraron a soñar y otras que me animaron a cumplir esos sueños con constancia y trabajo. Pero la mejor lección que aprendí fue la de CONFIAR en que “todo es para bien”.
Una película no dura una hora y media sino lo que es capaz de permanecer en tu memoria
Vaya “speech” ¿verdad? . La cuestión: estuve trabajando durante más de 10 años en distribución de Cine. Al principio, como era la transición lógica viniendo del periodismo, en comunicación y marketing y después fui aprendiendo todo el resto de pasos en distribución.
Hace tres años decidí crear Bosco Films (boscofilms.es), una empresa con la vocación de traer y difundir en España cine que deje huella en el espectador, películas que echen raíces y saquen lo mejor de la persona. Nuestro lema es “Una película no dura una hora y media sino lo que es capaz de permanecer en tu memoria”.
A veces, cuando trato de explicarlo a gente “del sector del cine” me miran con cara de pez, pero sé que las alumnas de Guadalaviar comprenderán de qué les estoy hablando.
Aquí es donde estoy ahora. Me siento feliz. Es una vocación y se que durará lo que tenga que durar: lo que Dios quiera. Considero que este no es mi proyecto, sino el Suyo. Y pensarlo así me da una enorme paz.
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¿Y tu situación personal?
Estoy casada desde hace casi 10 años con un hombre fascinante que me apoya en mis locuras, Nacho. Y tenemos una niña de dos años: Teresa.
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Número de Promoción
Acabé en 2001.Promoción 32. ¡Qué horror! ¡Hace casi 20 años!
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¿Mantienes contacto con tus ex compañeras de clase?
Claro. De manera constante con 3 o 4 de mi grupo de amigas “de toda la vida”. Pero es curioso que he ido encontrándome por el camino años más tarde con otras ex-alumnas de Guadalaviar que no eran de mi clase pero que han acabado siendo también buenas amigas.
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¿Alguna profesora en concreto que recuerdes con especial cariño?
Dos: Carmela Correa y Mapi. Me ayudaron mucho a centrarme en lo académico y a crecer en lo humano.
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En tu vida personal, ¿notas que Guadalaviar te ha dejado huella?
Sin duda. Agradezco mucho la formación académica, pero especialmente la formación espiritual y humana. El colegio, como la familia en la que creces, son pilares fundamentales en el desarrollo integral de la persona. Está claro que luego cada uno toma su camino pero la semilla está plantada.
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¿Y en el terreno profesional?
Recuerdo una conversación con Carmela en el patio. Me llamó para decirme los resultados de un test de inteligencia, aptitudes o algo similar. Estaba convencida de que me iba a decir que era tonta. ¡Me salió fatal! Pero lo único que me dijo con total franqueza fue: olvídate de las ciencias. Ni lo intentes. Ve a letras puras y al grano con lo que quieres hacer y se te da bien.
Me pareció lo más sensato del mundo y, a decir verdad, me quitó una losa sobre los hombros. Así que muy directa al griego y latín y disfruté muchísimo de mis últimos años en el cole en Letras Puras.
La cosa es que luego, siendo empresaria, he tenido que ponerme las pilas con los números. Menos mal que las calculadoras existen (“Monte”, no me mates 😉 ).
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Con qué tres palabras definirías Guadalaviar
FE, ESPERANZA y CARIDAD.
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Por último, cuéntanos alguna anécdota o recuerdo especial que tengas del colegio
Calentar los bocatas en los radiadores, jugar todas juntas en clase al balón prisionero. Los conciertos con Emilia (que siempre me llamaba “la niña de San Sebastián”, soy de Bilbao pero no me importaba en absoluto), las tutorías (¡cuánto me han ayudado las tutorías!) y por contar una curiosa: hubo una vez que me tocó ir a recoger los premios de las olimpiadas a final de curso. Había una de mi clase que era una auténtica fenómeno en los deportes y tuve que salir varias veces a recoger diplomas en su nombre. Me moría de la vergüenza y quería acabar “rápido”. Conclusión: Tiré dos veces la jarra de agua sobre la directora del colegio. Me quise morir pero “disimulé de Cine”. Pobre Montse, menos mal que era verano.
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Lucía, muchísimas gracias por tus respuestas tan llenas de cariño hacia el colegio. Enhorabuena por tu trayectoria y por tu labor. ¡Te seguimos de cerca!
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