21 May Entrevista a Laura Montesinos, médico y creadora de @viajarentrelineas

Este mes, en nuestra sección de entrevistas a antiguas alumnas, hablamos con Laura Montesinos, médico de familia y creadora de @viajarentrelineas: un perfil de Instagram que ronda los 19.000 seguidores y en el que habla sobre la vida, el dolor y el amor.  Además de gestionar este perfil, imparte charlas sobre el sentido del dolor y el sufrimiento.

Hola Laura, ¿en qué proyectos estás inmersa?

Actualmente trabajo como médico de familia en un centro de salud de la Consellería de Sanidad. Alternativamente y desde hace dos años estoy centrada en un proyecto cuyo fin principal es dar testimonio vivo del Amor y la verdad. Empecé escribiendo en mi blog de Instagram @viajarentrelineas, pero ahora mismo y porque considero que vivimos en un mundo falto de valores y lleno de heridas, sigo escribiendo, pero lo alterno con charlas sobre estos temas, también sobre el sentido del dolor y el sufrimiento, tan obviado y escondido en la sociedad actual.

Cuéntanos sobre tu trayectoria profesional

Estudié medicina en la Universidad de Valencia. Al acabar me puse a estudiar el MIR y en una primera convocatoria empecé la especialidad de psiquiatría de la que aprendí mucho y reconozco lo útil que me está siendo en mi especialidad actual, ya que a los 6 meses aunque me gustaba, pensé que no quería dedicarme a ello para siempre, así que repetí el MIR e hice la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria en el Hospital Arnau de Vilanova.

Durante la Residencia viví uno de los mejores momentos y más enriquecedores de mi carrera profesional, fui becada por el Colegio de Médicos para hacer un rotatorio externo, fuera de mi hospital y tuve la gran suerte de poder estar 2 meses trabajando en EEUU. Estuve primero en un centro de salud urbano de la Northwestern University, en Chicago. Allí pude valorar el gran privilegio que tenemos en España, a pesar de todo, de poder acceder a un servicio público de salud de calidad, pues allí como sabéis o tienes un buen seguro o la atención sanitaria es precaria y limitada.

Posteriormente me fui al centro del país a un pequeño pueblo de unos 1900 habitantes en Kansas, llamado Plainville, a practicar la medicina rural. Lo recuerdo tal cual como en las películas…no había ni aceras en el pueblo, dos tiendas y pocas casas, por las noches poníamos una silla en la puerta para que no entraran del miedo que nos daba la puerta de la casa, pues era la típica puerta de madera que se abría del viento. Teníamos también nuestro refugio debajo de la casa por si venía algún tornado ( Kansas es una zona de mucho tornado)…Fue una experiencia maravillosa ya que pude experimentar lo que es vivir en la Ámerica profunda y conocer desde la práctica como se trabaja allí, muy distinto a lo que vivimos aquí los médicos de familia… allí ven 10-12 pacientes al día cuando en mi consulta la media es de 40 pacientes, aunque es demasiado, es verdad que ver tanto paciente te curte y te hace tener un buen ojo clínico y aprender a tomar decisiones adecuadas en poco tiempo.

Tras acabar la residencia, me puse a trabajar como médico de familia en un centro de salud, llevando el equipo de Diabetes y prevención de riesgo cardiovascular. Hace un año me cambié al centro de salud en el que trabajo actualmente.

¿Y tu situación personal?

Me casé en 2013. En 2018 me quedé viuda, pero mi marido me dejó el mayor regalo… una niña maravillosa que hoy tiene 5 años, y además es alumna de Guadalaviar.

Número de Promoción

Mi promoción es la número XXXV

¿Mantienes contacto con tus ex compañeras de clase?

¡Por supuesto! Mi grupo de amigas son todas del cole, seguimos quedando, haciendo planes…y muchas veces contamos anécdotas, nos encanta recordar los grandes momentos que allí vivimos y todas coincidimos en que fuimos muy felices. Además tengo la suerte de tener amigas de otras promociones.

¿Alguna profesora en concreto que recuerdes con especial cariño?

Belén Garrido por su calidad humana y profesional, nunca me olvidaré de su mítica frase el primer día de clase “ las partículas vibran, rotan y se trasladan” mientras lo cuento me la imagino bailando y dando vueltas.

Mª Carmen Martínez Sendra, con la que a día de hoy aún mantengo el contacto y me ha ayudado mucho siempre.

María José Montesinos….era entrar en clase y entrarme la risa (menos cuando teníamos examen)… me reía muchísimo en sus clases y las disfrutaba mucho.

En tu vida personal, ¿notas que Guadalaviar te ha dejado huella?

Sin duda, si Guadalaviar tiene algo de gran valor, es su educación en valores y en la Fe.

Yo gracias en gran parte a la educación recibida en el colegio, he podido enfrentarme a situaciones muy difíciles en la vida y he podido poner verdaderamente en práctica dos de los valores más representativos del colegio, la fortaleza y el esfuerzo.

En este sentido me siento muy afortunada por haber podido tener la oportunidad de estudiar y formarme como persona en un colegio como Guadalaviar.

¿Y en el terreno profesional?

Por supuesto. Os cuento una anécdota… estaba un día en una rotación de Ginecología en el Hospital y me tocó un médico al que no conocía de nada. Estuve trabajando con él toda la mañana y cuando terminamos me dice… “tú has ido a Guadalaviar, ¿no?” …me quedé alucinada… me contó que él era padre del colegio y conocía el “sello Guadalaviar”. Muy orgullosa de que alguien supiera reconocerlo y valorarlo.

Con qué tres palabras definirías Guadalaviar

Familia, esfuerzo y fortaleza.

Por último, cuéntanos alguna anécdota o recuerdo especial que tengas del colegio.

Anécdotas muchas. Cuando me cortaba el flequillo en el baño a escondidas con 6 años con mis amigas. Los corros en el patio cantando Rafaella Carrá la canción “Explota mi corazón” a ver quién movía más el pelo, las escapadas al oratorio para hablar con mis amigas, cuando dejamos encerrada junto con las de un curso menos a una profesora en una salita de juegos cubiertos…

Pero si hay un momento que recuerdo con gran cariño son los Villancicos en el Palau de la Música, recuerdo el último año… lloré tanto al acabar el concierto, pensar que nunca más iba a volver… pero ahora con mi hija y cuando la situación lo permita, espero poder volver algún día y verle cantar, estoy segura de que me voy a emocionar muchísimo.

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Muchísimas gracias, Laura. Un placer hablar contigo. Un abrazo.